Al conjunto de ciertas características que puede poseer una persona, le llamamos síndrome de Asperger. Un síndrome que entra dentro de las múltiples condiciones pertenecientes a los TEA (trastornos del espectro autista). El síndrome de Asperger ha sido el protagonista de un sinfín de artículos relacionados con el autismo; la razón es que aunque guarde similitudes con otras manifestaciones del autismo, tiene algunas características muy particulares.
¿Sabías que para las personas con síndrome de Asperger no hay retrasos en el desarrollo del lenguaje? Es una característica, por ejemplo, que llama la atención por lo poco frecuente que es, considerando el resto de los TEA. Y así como esta, muchas otras. El dia de hoy te contaremos 5 cosas que quizás no conocías acerca de esta condición.
¿Todas las personas con síndrome de Asperger son genios?
¡No! Muchas personas con síndrome de Asperger tienen un coeficiente intelectual bastante alto, pero otras no. Son individuos, y como tal, todos son distintos. No todos son genios, pero el tener una comprensión superior a la del resto ante ciertas áreas de conocimiento sí es una característica frecuente del síndrome de Asperger.
Un niño con síndrome de Asperger podría mostrar una dificultad inmensa para entender las matemáticas, pero el mismo niño podría ser increíblemente bueno con la gramática. O no mostrar interés por un área académica, sino tener habilidades como la pintura, la música, e incluso los deportes. Sin embargo, a los “genios” se les suele adjudicar alguna otra condición, como el síndrome de Savant, mejor conocido como síndrome del sabio.
¿El síndrome de Asperger solo se da en los niños?
De nuevo, no. El síndrome de Asperger no se limita exclusivamente a los niños. Siendo una condición psicológica, puede afectar a cualquier individuo durante toda su vida. Aun así, es frecuente asociarlo solo a niños por una razón que tenemos muy clara: en el momento de su descubrimiento en 1944, el pediatra Hans Asperger realizó informes en los que especificó que su reciente descubrimiento afectaba únicamente a niños.
La verdad es que con el paso de los años y varios estudios posteriores, se presume que existen cantidades similares de casos de síndrome de Asperger en niñas. Actualmente, algunos especialistas aún creen que el síndrome es más frecuente en niños. Esto puede ser consecuencia de que, aunque los síntomas sean igual de severos en las niñas, se justifican como conductas naturales. Un ejemplo puede ser el excesivo orden, el querer coleccionar todos los vestidos de las muñecas o mostrar un gusto muy marcado por un color específico.
¿Los colapsos son frecuentes?
Primero, ¿imaginas estar todo el día intentando pasar desapercibido por la ciudad? Al llegar a tu casa comienzas a hacer todo lo que no pudiste hacer durante el día, te desbordas por completo. Más o menos de eso se tratan los colapsos de las personas con síndrome de Asperger, y aunque no sean frecuentes, son importantes. Esto sucede, por ejemplo, cuando un niño va a la escuela e intenta relacionarse de la mejor forma con su entorno aunque no esté muy acorde con él. Cuando no lo consigue, la presión aumenta, y el estrés nace, sin embargo no deja de intentarlo.
Puede que en un punto el niño no esté dispuesto a recibir más información o simplemente no pueda hacerlo, y finalmente explote. El colapso suele llegar en forma de rabieta, pero no consigue sentir satisfacción con ningún incentivo externo. Por ello, es recomendable, al momento del colapso, llevar a la persona a un sitio tranquilo donde se sienta cómodo, poner música e intentar que descanse. Lo curioso de estos colapsos es que mientras suceden, la persona no es capaz de controlarlo, pero cuando termina puede sentir muchísima vergüenza.
¿Las personas con síndrome de Asperger pueden sentir empatía?
¡Por supuesto! Pueden sentir empatía. Es común leer que las personas con Asperger no pueden sentir empatía, cuando la verdad es que sí pueden hacerlo. Lo que puede representar un reto para ellos es el ponerse en los zapatos de otra persona. Pueden entender las situaciones y solidarizarse con sus semejantes, pero es complicado para ellos intentar entender en carne propia lo que otra persona siente. Pero, pueden aprender a hacerlo.
Con respecto a esta curiosidad, se presenta un caso particular: las personas con síndrome de Asperger pueden no entender cosas como el sarcasmo, la ironía, y la gravedad de una situación según el tono de voz o lenguaje corporal de una persona. Ante esto, la comunidad autista expresa un “problema de empatía de doble vía”, que evidencia una situación real. Para las personas con Asperger, la empatía no es un asunto tan complejo. Para nosotros, por otro lado, suele ser un asunto casi imposible el sentir auténtica empatía por las personas con algún tipo de condición relacionada con el autismo. ¿Alguna vez te detuviste a estudiar cómo siente una persona con autismo?
¿El Asperger es reconocido oficialmente?
Así es. Durante muchos años existió una disyuntiva por parte de los especialistas, en la que se discutía que el síndrome de Asperger fuese parte de los TEA y competencia de la psicología. Sin embargo, no fue sino hasta el año 1994 que el nombre de Hans Asperger se inmortalizó para la psicología, cediendo su apellido a un síndrome que arropa a una cantidad de personas que crece cada día. No se sabe con certeza cuántas personas en el mundo tienen esta condición, principalmente porque su diagnóstico suele ser tardío. Es con el desarrollo y la madurez que se comienzan a notar las conductas que hacen de esta condición, una condición muy particular.
El estudio del síndrome de Asperger aún se encuentra en desarrollo; se sabe poco de esta condición, pero muchos especialistas se esmeran todos los días para dar respuestas sobre este. Existen características comunes como las conductas repetitivas, la realización de una actividad determinada para concentrarse o los patrones de lenguaje poco usuales. Y aún así, determinar la condición en un individuo es una tarea complicada, que en muchos casos requiere de años de estudio del comportamiento.
En Autism Soccer reconocemos las capacidades de cada uno de nuestros niños, y sabemos que todo esto puede ayudarnos a crecer para ayudarlos, a la vez, a crecer. ¡Imaginemos lo imposible, lo posible lo hace cualquiera!
Aunque guarde similitudes con el autismo tradicional, el síndrome de Asperger tiene características particulares que debes conocer. |
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