¿Por qué los animales son tan útiles en las terapias para niños con discapacidades intelectuales? |
Eduardo es un niño de 9 años que va diligentemente a terapia todas las semanas. Sandy, una golden retriever con pelaje dorado brillante, lo acompaña hoy junto a su terapeuta. Con una golosina escondida entre sus pequeños dedos, Eduardo interactúa con Sandy, le pide que haga algunos trucos y le da el premio con su mano. “¡Muy bien! ¡Qué buena eres!”, la felicita y acaricia con entusiasmo. Es difícil creer que, no hace mucho, Eduardo no hablaba una sola palabra y que, cuando Sandy se acercaba, comenzaba a balancearse, a ignorarla o evitarla a toda costa. Eduardo es un niño autista, pero Sandy ha cambiado su vida.
Una historia de sanación
Seguramente has escuchado en alguna ocasión de las terapias asistidas por animales para ayudar a niños y adultos con problemas psicológicos, emocionales y físicos. Es un método que comenzó a explorarse en los años 60, aunque al principio se le mirara con mofa y recelo en el mundo de la psicología. De hecho, Sigmund Freud fue uno de los primeros en darse cuenta de que nuestra conexión con los animales podría beneficiarnos más de lo que pensábamos. Muchas veces, en sus terapias, Freud invitaba a su mascota, un Chow Chow, para que tranquilamente se echara a sus pies durante la sesión. El psicoanalista lo hacía porque le proveía de calma y tranquilidad. No tardó tiempo en darse cuenta de que lo mismo sucedía con sus pacientes, quienes comenzaron a mostrarse más dispuestos a conversar y a cooperar, así como menos ansiosos que antes de la aparición de la peculiar compañía.
Quizá por instinto, siempre hemos sabido que nuestra conexión con los animales es increíblemente fuerte. En el tiempo de los antiguos egipcios, los perros eran sus guías hacia el más allá. Además, tanto los egipcios como los griegos, entrenaban a los perros para que lamieran su heridas debido a la creencia de que los ayudaría a sanar. Un dicho francés, curiosamente, rescata esta sabiduría: “La lengua de un perro es la lengua de un doctor”.
Aunque hoy en día pedimos ayuda a los animales para que nos brinden su apoyo emocional y hemos descubierto los beneficios son increíbles. De hecho, ya no confiamos solamente en perros. Caballos, delfines, animales de granja, conejillos de india, etc, todos han probado ser auténticos héroes y han mejorado la vida de miles de individuos, tanto adultos como niños, con discapacidades físicas e intelectuales. La terapia se basa precisamente en forjar un vínculo emocional entre el animal y el humano, con el fin de que le brinde al individuo una sensación de bienestar, le ayude a reducir sus niveles hormonales de estrés y ansiedad y lo asista en el fortalecimiento de sus facultades motoras.
El origen del vínculo humano/animal
Hoy en día, son miles los programas de terapia asistida por animales que se implementan en los Estados Unidos. Los resultados son evidentes. Los pacientes mejoran su estado de ánimo y sanan más rápido cuando tienen un compañero de otra especie que les preste su apoyo. Cuando se trata de niños con discapacidades intelectuales, sobre todo con deficiencias en el lenguaje, los animales se convierten en un amigo que no los abruma ni los presiona con un idioma que no entienden del todo. Un animal sólo los mira amablemente, sin prejuicios, y se comunica a través del instinto. No hay nada más simple y verdadero que eso. Por eso, ayudan a los niños a sentir confianza y calma. Cosa que les cuesta muchísimo conseguir en ambientes donde requieren de facultades sociales que aún no poseen.
Por otro lado, las terapias equinas o con delfines pueden mejorar significativamente la vida de individuos con discapacidades físicas. Estar en un entorno abierto, les permite desarrollar su relación con el entorno, su sentido de dimensionalidad espacial, así como fortalecer, su postura, sus músculos y articulaciones. Además, en el caso de la terapia con delfines, la falta de gravedad del agua provee una seguridad extra y ayuda a cuidar las articulaciones.
La Red de Tratamiento del Autismo (Autism Treatment Network) de la organización Autism Speaks enlista los beneficios de tener mascotas en el hogar que asistan emocionalmente a los niños con discapacidades intelectuales:
- Reducen la ansiedad que desencadenan algunas actividades cotidianas que son estresante para ellos, como cortarse las uñas, cepillarse los dientes o cortarse el cabello.
- Incrementan la cooperación del niño cuando se le pide algo.
- Mejoran la atención y el comportamiento.
- Aumentan el sentido de empatía y mejoran la autoestima.
- Incrementan la actividad física y el sentido de la responsabilidad.
En el mundo de la psicología, aún hay mucho trabajo que hacer para continuar explorando los efectos que los animales tienen en nuestra psique. Los lazos que formamos con ellos han permanecido intacto por miles de años y forman parte de algo que a veces parece no poder ser explicado por la ciencia. Entre los científicos pioneros del campo se encuentran Konrad Lorenz (etologista), Boris Levinson (psicoterapeuta) y Leo Bustad (fundador de Delta Society). Lorenz una vez afirmó que nuestra necesidad de mantener una relación con un animal proviene de nuestra necesidad de formar un vínculo con la naturaleza. Bustad luego agregó que dicho vínculo está relacionado con la capacidad humana del amor y la amistad en su forma más pura.
Lo cierto es que una mascota nos recuerda lo sincera e incondicional que puede ser la amistad. En Autism Soccer, hemos reunido, además, una pequeña lista bibliográfica para que comiences a adentrarte en el mundo de la terapia asistida por animales y le saques el mayor provecho para ayudar a tus niños y a todos a tu alrededor:
¿Has llevado a tus hijos a alguna de estas terapias? |
Facebook: Autism Soccer
Instagram: Autism Soccer
Twitter: Autism Soccer
No comments:
Post a Comment