Thursday, July 19, 2018

Salvaje y libre: relación de los niños autistas con los animales

¿Philip será capaz de exponer su voz para salvar a su mejor amigo?

En diversas ocasiones hemos sido testigos de cómo el cine y la televisión han retratado relaciones de amistad entre humanos y animales, e incluso algunos directores más osados han llegado a tocar la línea de la relación de amistad entre los animales y los niños con alguna condición; haciéndonos creer que realmente hay un vínculo más allá de lo explicable que envuelve a los animales domésticos y salvajes con las personas de corazón noble, valiente y puro.

Pero, ¿qué tan cierto puede ser esto? ¡Descúbrelo a lo largo de nuestro artículo!

Salvaje y libre, ¿una amistad increíble?

Uno de los ejemplos que mencionábamos anteriormente, es el de la película “Salvaje y libre” (Run Wild, Run Free), dirigida por Richard C. Sarafian en el año 1969. Esta película ha sido motivo de estudio años después de su producción, pues cuando salió en cartelera aún se manejaba muy poca información sólida sobre el autismo; sin embargo, con el paso de los años, se pudo establecer una relación certera entre el comportamiento de uno de los protagonistas de la película y los TEA.

El protagonista es el pequeño Philip, un niño que supuestamente se quedó mudo a los tres años de edad. A sus diez años, nadie había escuchado la voz del pequeño, y sus padres explicaban la situación como un accidente psicosomático que terminó por dejar al pequeño Philip sin habla. Por la misma razón, sus padres abandonaron la esperanza de que Philip pudiera volver a hablar alguna vez.

Una de las señales de autismo más notables en Philip es su poco interés en relacionarse con su entorno social, él prefiere pasar los días vagando por el páramo; en el fondo él siente un gran amor por la naturaleza, sentimiento que resulta muy claro a lo largo de la película. Un buen día, el pequeño se encuentra en el páramo con un potro blanco como la nieve, con el que parece establecer una relación de amistad. Mientras el entorno directo de Philip no consigue explicar su naturaleza excesivamente introvertida y su amor por aquel potrillo y los largos paseos en el páramo, otras personas llegan a su vida para cambiarla poco a poco. Diana, es una niña de su edad que le da como obsequio un Halcón doméstico con el que él establece una relación inmediatamente.

El niño parece tener una habilidad especial para convivir con los animales, habilidad que consigue la atención de un coronel jubilado dispuesto a aceptarlo tal y como es. El coronel cambiará la vida de Philip, mientras este lo ayuda a criar al potrillo blanco que había visto en el páramo. La relación entre el niño y el animal se vuelve tan cercana, que Philip consigue volver a hablar a causa de un accidente que deja a su amigo potrillo atrapado en la ciénaga; el niño corre y grita en busca de ayuda.

Pero, ¿cuál es la verdad de la relación entre los animales y los niños con autismo?

Actualmente existen numerosas terapias clínicas para los pacientes con autismo que involucran el trato con animales. Sorprendentemente, la TAA (terapia asistida con animales) tiene como principales cómplices a los perros, caballos e incluso burros. El vínculo que consiguen establecer los niños con estos animales es casi mágico; y, aunque el progreso en esta relación es paulatino, generalmente los resultados son positivos.

Se dice que el primer acercamiento entre los niños y los animales se da de una forma natural y respetuosa, y sucede a través de la comunicación no verbal. Ambos se encuentran en un área de seguridad, donde ninguno de los dos siente que el otro es capaz de invadir su espacio. Es una relación de empatía, si se quiere, o simplemente de expresión de sentimientos a un ritmo similar que estimula aún más las habilidades sociales de los niños. Con el tiempo y el trabajo del vínculo establecido, los niños no verbales (con habilidades de habla limitadas) poco a poco irán verbalizando acciones, órdenes y el nombre del animal.

Entonces, en este sentido los animales pueden convertirse en la mano derecha de los terapeutas cuando se trata de estimular las habilidades sociales y la interacción con otras especies en los niños con autismo. Los animales llegan hasta donde las personas no pueden, y ese discreto trato que une a los niños con los animales es lo que hace que estas terapias, y estas relaciones de amistad sean tan efectivas a la hora de estimular las habilidades de los niños.

¿Sabías que esto era posible? Te invitamos a seguir todas las redes de Autism Soccer para aprender más sobre terapias y características propias del autismo, de esa forma juntos podremos hacer del mundo un lugar más amigable para nuestros niños. ¡Te esperamos!
Existen terapias relacionadas con el autismo que recurren a la ayuda de los animales.




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