Es un camino diferente, pero no menos especial. |
Ser padre es una de las labores más complejas y desafiantes que alguna vez realizaremos y, al mismo tiempo, es una de las más gratificantes. Los padres de niños con discapacidades conocen esta realidad mejor que nadie; para ellos, estas características toman un sentido completamente único.
Ser padre tiene características ambivalentes, puede ser agotador y a la vez llenarte de energías; puede ser una labor que frustra pero que te enseña paciencia; puede obligarte a tomar decisiones difíciles y, a la vez, invitarte a soñar. Por sobre todas las cosas, ser padre te invita a creer en el amor y en que las cosas que en un principio parecían imposibles, son totalmente posibles.
Eso no significa que no necesitemos un momento para recuperarnos del estrés y las dificultades del día a día, o que no podamos necesitar ayuda para salir adelante de vez en cuando. Es muy fácil olvidar que, al final, los problemas se resuelven y la vida eventualmente sale bien. A veces, solo nos hace falta un poco de perspectiva. Te dejamos una lista de 10 cosas que todo padre de un niño con discapacidades debería recordar de vez en cuando.
No estás solo
Es cierto que las circunstancias de nuestras vidas son únicas y que, cuando se trata de tus hijos, cada condición es diferente. Pero allá afuera hay padres que están pasando por situaciones similares, que también se sienten perdidos de vez en cuando, que solo desean dar lo mejor para sus hijos. Somos seres sociales y en la unión, el trabajo en equipo, el amor y la solidaridad encontramos muchas veces una fuente inagotable de fuerza e inspiración.
Explora y únete a grupos de apoyo, ponte en contacto con personas como tú, desahógate con aquellos que sabes que entenderán por lo que pasas. No le cierres las puertas a la gente que ya está en tu vida, quienes te aman siempre harán lo que puedan por ayudarte, ¡déjalos hacerlo! Todos necesitamos un apoyo de vez en cuando.
Permite que te cuiden
El instinto paterno siempre te colocará en un modo protector. Cuando eres padre de un niño con discapacidad, te conviertes en un cuidador profesional, y lo más importante del día es que tu hijo tenga todo lo que necesite y que no le falte nada.
Estar siempre pendiente de tus hijos no significa que no necesites o merezcas que alguien también se preocupe por tus deseos y necesidades. Como dijimos previamente, mantén la puerta abierta para cuando tus amigos y familia quieran colaborar y brindarte un día de diversión y relajación. Piensa en las cosas que más disfrutas hacer y dedica un tiempo para hacerlas.
Vas a cometer errores, pero eso está bien
El camino que te depara convertirte en padre de un pequeño con necesidades especiales no viene con un mapa incluido. La mayoría de las veces toma a las personas por sorpresa, y es a través de la experiencia y el aprendizaje continuo que se logra salir adelante. Esto no te exime de la posibilidad de cometer errores. Los tendrás, muchas veces, pero no es sano ser tan duro contigo mismo. Aprende de lo que sucedió y encuentra motivación sabiendo que hoy eres más fuerte gracias a esas experiencias.
Eres un súper papá
Hay que aceptarlo: no eres un padre cualquiera y nunca lo serás. Cada día enfrentas situaciones que cualquier otro padre pensaría imposibles, que incluso tú hubieras creído imposibles anteriormente, y hoy continúas aquí y sigues adelante. Es importante que cada día recuerdes las cosas de las que has sido capaz hasta ahora para entender el poder de tu fortaleza. Estás pendiente de tratamientos de salud, lidias con pataletas diarias, ayudas a tu hijo a alcanzar objetivos que se le dificultan, asistes a sus terapias semanales y tienes tiempo para mostrarle que lo amas y para ser valiente por ti y toda tu familia. Todo un héroe, con o sin capa.
Mantén tu identidad
Ser padre de un niño con discapacidades consume tanto de tu tiempo y energía que es normal que comiences a sentir que absolutamente toda tu vida gira en torno a él, y que no eres nada más que su padre y cuidador. Ciertamente, este aspecto de tu vida construye tu identidad, pero no es lo único que eres.
Intenta frecuentar a tus amigos cuando puedas y realizar actividades que no tengan que ver con tu rol de padre. Date momentos en los que puedas hacer cosas que disfrutas y permite que ese tiempo sea solo para ti. No solo lo mereces, también es saludable. Te mantendrá de mejor humor para que puedas disfrutar el tiempo con tus niños al máximo.
Celebra los detalles
Como padre de un niño con discapacidad, es probable que sepas mejor que nadie lo que cada paso y cada avance, por más pequeño que parezca, significa para tus hijos. Ellos se desarrollan y crecen a su propio ritmo, y cada logro debe ser celebrado. No importa si es una palabra, una sonrisa, un abrazo. La vida está hecha de esos pequeños detalles que muchas veces pasamos por alto. Con el tiempo te darás cuenta de que esos eran realmente los momentos más importantes. ¡Disfrútalos!
No te compares
A veces puede ser difícil mirar a los demás y hacerte consciente de lo diferente que es tu vida. Puede también ser descorazonador ver a otros niños alcanzar metas que a tu peque le cuestan un poco o mucho más. Intenta no compararte. Es verdad que su desarrollo será diferente, pero no por ello menos gratificante. Tú, más que nadie, conocerás ese valor. Tu niño es único y tendrá sus propias fortalezas y desafíos que superar. Solo mantente a su lado en cada paso del camino y deja que su amor te guíe cuando te sientas desesperanzado.
Haz tiempo para tu matrimonio
Tener hijos puede convertirse en una rutina de la que algunos padres a veces no logran escapar, sobre todo si se trata de niños con discapacidades. Es un trabajo difícil, pero es muy importante que hagas un espacio en tu día a día para compartir con tu pareja, en el caso de que tengas. Asegúrate de que sea un momento en el que ambos puedan olvidarse un poco de las responsabilidades y de los hijos, para recordar realmente las razones que los llevaron a estar juntos en primer lugar.
Aprende a dejar ir
La vida es extraña e incontrolable, y tienes que aprender a dejar ir. Habrá muchas situaciones en las que te sentirás ofendido o aludido por ti mismo o por tu pequeño, comentarios insensibles o bromas de mal gusto, especialmente en internet, se cruzarán en tu camino. Dejar ir o ignorar comentarios malintencionados o insensibles te ayudará a aceptar que hay cosas que no se pueden cambiar, y a entender que no todo el mundo ve las cosas como tú las ves.
Recuerda que jugar es una excelente forma de terapia
No todo lo que hace tu niño tiene que ser necesariamente algo relacionado con su terapia o actividades rutinarias. Muchas veces la mejor terapia es, de hecho, hacer lo que nos gusta. Llévalo a practicar diferentes actividades relacionadas con el arte, la naturaleza o los deportes. ¡Puede ser un excelente momento para compenetrarte con ellos y para mejorar su autoestima!
En Autism Soccer, ofrecemos campamentos de fútbol para los niños con necesidades especiales y sabemos el valor de disfrutar la vida a cada instante. ¿Lo sabes tú?
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